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Granadinos Ilustres. Parte 15: Mohammed X y Abu Nasr Saad || Declive del Reino Nazarí (vol.IV): 1445-1464

Comenzamos la que es sin duda la etapa más complicada de la historia nazarí. Pedimos disculpas desde ya si estáis hechos un lío, pero a estas alturas, ¿quién no lo está?

Advertimos que este post va a ser un poquito más largo de lo normal, porque si no no va a haber manera de retomarlo. Armaos de paciencia, tomad asiento y disfrutad del que es posiblemente el post más lleno de intrigas y muertes hasta el momento.

Habíamos dejado la cosa en el asesinato de Yusuf V y la vuelta al trono por cuarta (y última) vez de Mohammed IX. Pero es que ya os hemos dicho que esta historia dinástica no es nada fácil de organizar y hay que hacer un inciso para hablar de Mohammed X.

¿Quién era Mohammed X?

Mohammed X habría nacido en Granada entre finales de 1427 y 1430, no se sabe con exactitud. Era uno de los hijos que Mohammed VIII había dejado huérfanos (¿os acordáis?) y que fueron criados por Mohammed IX.

Los cristianos lo llamaron ‘El Chico’ o ‘El Chiquito, apelativos que ya se habían utilizado para referirse a Mohammed VIII y que se utilizarían más tarde para referirse también a Mohammed XI (al que conoceréis como Boabdil).

Las primeras noticias directas que tenemos sobre su vida son al inicio de su actividad política, durante el cuarto reinado de Mohammed IX, su tío segundo (o tercero –a estas alturas quién lleva ya la cuenta-). Éste, lo nombró su heredero con el argumento de que tenía tres hijas y no tenía ningún hijo varón. Para consolidar del todo este vínculo, Mohammed X contrajo matrimonio con una de las hijas de Mohammed IX, Umm al-Fath, y asumió el mando del ejército.

Los dos reinados intermitentes de Mohammed X y primer reinado de Abu Nasr Saad

En 1453, muere Mohammed IX y pudo así comenzar su reinado Mohammed X. Sin embargo, su reinado fue complicado, porque gran parte de la población estaba a favor del príncipe Abu Nasr Saad, nieto de Yusuf II, por lo que se preveía algún tipo de movimiento político en Granada. Previsiones que se cumplieron y, aunque desconocemos las circunstancias, finalmente se produjo ese relevo de poder: Nasr Saad llegó al trono en 1454.

Sin embargo, Mohammed X no estuvo mucho tiempo alejado del poder, ya que, alrededor de enero de 1455, Nasr Saad fue derrocado y expulsado de Granada por Mohammed X, que recuperó el trono.

Nasr Saad se refugió en Castilla y se hizo vasallo del rey a cambio de ayuda para recuperar el trono. También se hizo vasallo del rey castellano uno de los hijos de Abu Nasr Saad, Mohammed (atentos, que este personaje también va a ser muy importante en posts posteriores).

Caballero Nazarí por el excelente pintor Augusto Ferrer Dalmau. Lo usamos para ilustrar la historia de Mohammed X y Abu Nasr Saad

El Reino de Granada estaba al borde de una guerra civil, debilidad que aprovechó Castilla. El verano de aquel mismo 1455 Abu Nasr Saad recuperó el trono, pero tampoco conocemos las circunstancias de aquel segundo (y definitivo) derrocamiento de Mohammed X, que se refugió en la Alpujarra.

La enorme inestabilidad política ya era innegable y los granadinos partidarios de Mohammed X querían su regreso. Por eso Mohammed X intentó volver a Granada, entrando a la capital a través de Sierra Nevada para no ser descubierto. Sin embargo, de alguna manera, alguien se enteró e informó a Abu Nasr Saad, que envió a otro de sus hijos, Abu al-Hassan (no lo perdáis de vista, que también es muy importante) a tenderle una emboscada.

Mohammed X fue capturado y llevado a la Alhambra, donde fue degollado (al parecer) en la Sala de Abencerrajes, en el Palacio de los Leones. Sus dos hijos pequeños fueron ahogados con una toalla. Esto lo contó el cronista castellano Hernando de Baeza, se dice que con bastantes errores y confusiones. Ya os advertimos que no era una historia fácil de contar. En cualquier caso, este trágico final de Mohammed X ocurrió hacia finales de 1455.

Segundo reinado de Abu Nasr Saad

El vasallaje a Enrique IV de Castilla le había proporcionado a Nasr Saad el trono y, además, una tregua. Una tregua que se complicó porque a un señor nazarí se le ocurrió conquistar en 1456 el castillo de Solera a título personal. Y claro, a Enrique IV no le hizo ninguna gracia. El pacto entre Granada y Castilla se endureció para los granadinos, por lo que Saad se negó a aceptarlo. Pues ya la teníamos liada… Enrique IV aprovechó para atacar a los nazaríes, que se defendieron y también repartieron lo suyo, claro.

Los destrozos de esta guerra fronteriza obligaron a Saad a vender parte de su patrimonio para poder reparar los castillos que habían sido dañados en la frontera. A esto había que añadir el pago de parias exigido por Castilla para mantener la paz.

En 1462 se reanudaron los ataques castellanos. En respuesta a estos, Abu al-Hassan, el hijo mayor del emir, realizó una incursión en zona castellana, pero a la vuelta fue derrotado. Los castellanos siguieron presionando y apenas encontraron resistencia en la zona de Guadix. Esto provocó las quejas de la población y Nasr Saad culpó al gran visir y a la poderosísima e influyentísima familia de los Banu al-Sarray (Abencerrajes) y aprovechó para degollar tanto al visir como a uno de los dirigentes de los Abencerrajes.

Otros miembros del clan consiguieron escapar, refugiándose en Málaga, comenzaron a apoyar a un miembro de la familia real refugiado en Castilla, el príncipe Ismail, y pidieron ayuda a Enrique IV. Los reyes castellanos acogían a miembros de la familia real nazarí para utilizarlos como candidatos al trono y así propiciar la discordia y, por qué no, la guerra civil.

Desde Málaga, los Abencerrajes fueron reuniendo fuerzas, familiares y partidarios de todo al-Ándalus, para que se unieran a la causa de Ismail. A la llamada se unieron, además, el duque de Medina Sidonia (Juan de Guzmán) y el conde de Arcos (Rodrigo Ponce de León).

Así que el pobre Abu Nasr Saad, además de a los ataques cristianos, también tuvo que enfrentarse al sublevado Ismail, apoyado por los Abencerrajes y por los cristianos. Ese doble apoyo era totalmente contrario al que ¿disfrutaba? Nasr Saad, que cada vez sufría más el descontento y el malestar de su pueblo por los continuos ataques castellanos. Se llegó a un punto en el que la gente del Albaicín pensó en convertirse al cristianismo para escapar de los saqueos y agresiones de los cristianos.

El (esperado) desenlace no tardó en llegar: los granadinos reconocieron en septiembre de 1462 a Ismail como sultán, Ismail IV, con la esperanza de poder librarse así de la guerra permanente con los cristianos. Un reinado que no duró ni un año, por cierto. Y es que a finales de ese mismo 1462 o principios de 1463, Ismail IV fue expulsado de la Alhambra y Abu Nasr Saad recuperó el trono.

Tercer reinado de Abu Nasr Saad

Sin embargo, Ismail IV no se dio por vencido y se refugió en Íllora junto a sus partidarios Abencerrajes, desde donde seguirían dándole quehacer a Nasr Saad. No pudo Ismail IV conseguir su objetivo, porque murió a finales de 1463.

Nasr Saad y Enrique IV firmaron una tregua de ocho meses. Aquel acuerdo lo firmó el hijo mayor del emir, y por tanto heredero, Abu al-Hassan, debido a la ya avanzada edad de Nasr Saad (tendría unos 64 años, pero eran otros tiempos).

Una vez terminada la tregua, en febrero de 1464, Enrique IV atacó la Vega granadina desde Alcalá la Real para obligar a Nasr Saad a someterse a sus exigencias, por lo que el emir aceptó, otra vez, el pago de parias a cambio de paz.

Pero esta nueva tregua no le sirvió a Nasr Saad para alargar su reinado. Fue su hijo mayor y heredero, Abu al-Hassan, quien se sublevó, provocado por los visires y por los Abencerrajes. Finalmente, Abu Nasr Saad, traicionado por su propio hijo, fue expulsado de la Alhambra y obligado a abandonar Granada entre agosto y septiembre de 1464.

Pudo así llegar al trono Abu al-Hassan, también conocido como Muley Hassan o Muley Hacén. Es normal que, por fin, os vayan sonando los nombres. Y es que este Muley Hassan no es otro que el padre de Boabdil, el que sería el último sultán de Granada.

Como veis, se va acercando el final de la dinastía. Pero ya no os torturamos más por hoy. ¡Nos leemos en el siguiente post!

Guía oficial de turismo e intérprete del Patrimonio en Granada, España

Maribel Contreras Sola

Guía Oficial de Turismo por la Junta de Andalucía GT/03682, Licenciada en Filología Inglesa y Máster en Enseñanza del Español como Lengua Extranjera, por la Universidad de Granada (UGR).

Mi trabajo consiste en convertir Granada en un libro abierto al visitante, en la divulgación rigurosa del conocimiento que creo, son factores que han marcado y definen mi experiencia laboral. Amo escribir acerca de Granada. Es una forma de vivirla más intensamente y más personal.

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